¿Quién no ha disfrutado paseando por un jardín, admirando las flores y árboles, contemplando la armonía de ese vergel y su cuidada ornamentación?¿Qué sería de ese jardín sin los cuidados de un/a jardinero/a ?

Los seres humanos podemos cultivar nuestro «jardín interior». Tenemos la capacidad de cuidar o descuidar nuestro propio ser. Podemos cultivar de manera consciente hábitos, pensamientos, emociones y conductas que favorezcan nuestro bienestar. Nuestra conciencia sería como un jardín en cuya tierra se encuentran semillas cuyo desarrollo depende de los cuidados que las proporcionemos. Semillas como el miedo, la rabia, la ansiedad, la tristeza, la vergüenza, la culpa, la alegría , el amor, la compasión, etc. Con nuestras acciones podemos favorecer que crezcan algunas semillas más que otras, al igual que un jardinero riega aquellas semillas que florecerán, deja de regar otras y arranca las malas hierbas.
Con la práctica de la atención plena nos convertimos en ese jardinero/a que riega las semillas que nos proporcionan bienestar y dejamos de regar las semillas del sufrimiento, dolor, ansiedad, miedo,…sabiendo que forman parte de nuestro «jardín interior». La energía de la atención plena nos permite reconocer estas semillas que nos producen desazón, malestar, sufrimiento,…observarlas con aceptación y compasión para decidir no seguir regándolas, dejándolas en la tierra para que se transformen.
Eres el jardinero/a del jardín de tu conciencia , el/la responsable de su cultivo y transformación. Y esto no se consigue de un día para otro. Tienes que trabajar con paciencia , perseverancia, trayendo tu atención una y otra vez al AQUÍ Y AHORA. No puedes apurar a una semilla para que brote antes pero puedes proporcionar las condiciones de cuidados para que crezca, disfrutando momento a momento de las etapas del cuidado.
PRÁCTICA
Te propongo abrir un espacio durante el día para estar contigo, para cuidar de tí prestando atención a tus necesidades, siendo amable contigo mism@ ante las situaciones difíciles que se presenten. Con amabilidad focaliza tu atención en tu respiración y en tu cuerpo cuando te encuentres preocupad@ o distraíd@.
Te invito a que esta semana identifiques al menos dos acciones que te han hecho sentir centrad@ , tranquil@, llen@ de energía (actividades que»nutren» tu jardín interior), y otras dos acciones que te hagan sentir tens@, rot@ (actividades que «consumen»tu jardín interior). Registra estas actividades en una hoja ¿Qué tipo de actividades estás «regando», alimentando más? Mindfulness te permite emprender acciones para recuperar el equilibrio entre las actividades que te nutren y las que te agotan. El equilibrio no tiene por qué ser perfecto, ya que una actividad que te aporta vitalidad podría compensar varias que te agotan. No obstante, conviene practicar varias actividades que te “nutren” (a ser posible al menos una vez al día) para equilibrar las que te restan energía. Puede ser algo tan sencillo como tomar un baño, cocinar tu comida preferida, leer un libro, escuchar tu música favorita, salir a caminar, practicar un deporte, etc. Aprovecha para saborear lo que te nutre y devolver a la tierra aquello que te agota o desgasta.
No te juzgues, trátate con amabilidad. Puedes comenzar con pequeñas acciones de autocuidado, incluso disminuyendo aquellas conductas que te hacen daño. No continuar regando lo que consideramos «negativo» o desagradable es en si mismo una práctica para toda la vida.
«Dedicando tiempo a la práctica para tí mismo, no malgastarás esfuerzos; al contrario, utilizarás el tiempo de manera útil. Para ser útil a los demás, debes permitirte practicar para tí mismo ; no puedes descuidarte. Nadie es más merecedor de nuestra bondad y compasión que nosotros mismos».
Thich Naht Hanh