INSPIRA-ESPIRA

¿Cómo es tu respiración?¿Te has parado a prestarla atención?

Todo comienza con un primer aliento. La respiración nos acompaña en todo momento de nuestra vida y refleja nuestros estados emocionales. Cuando estamos irritados, estresados o ansiosos nuestra respiración se vuelve más superficial al estar en tensión los principales músculos responsables de una eficaz respiración (diafragma, músculos abdominales e intercostales). Si esta situación se mantiene acabaremos con contracturas a nivel de los hombros y zona cervical, dolores de cabeza y fatiga.

La respiración es el punto de conexión entre tu cuerpo y tu mente. A través de ella puedes influir en tu bienestar físico y emocional. Una respiración profunda y calmada activa el sistema nervioso parasimpático, liberándose endórfinas (hormonas responsables de producirnos bienestar, felicidad) que circulan por todo nuestro cuerpo. La mente se calma. La respiración se vuelve más lenta y profunda. El cuerpo se relaja.

Fotografía: Delia Peñacoba Maestre

PRÁCTICA

Para respirar correctamente, libera tu respiración prestando atención consciente a su ritmo natural. Toma asiento en una silla de respaldo recto. Apoya las plantas de los pies en el suelo y coloca tu espalda erguida, recta pero sin tensión, separada del respaldo de la silla. Las manos sobre tus muslos o entrelazadas en tu regazo. Cierra los ojos. Lleva tu atención a tu respiración. Percibe la sensación del aire que entra y sale de tu cuerpo través de tu nariz. Observa los movimientos que produce la respiración en tu pecho y abdomen. Siente cómo suben con cada inspiración y bajan con cada espiración. ¿Dónde notas las sensaciones más intensas? ¿Nariz, boca, garganta, abdomen, pecho, hombros? Presta atención a las sensaciones, cómo aparecen y desaparecen. Relájate y déjate llevar por el ritmo natural de tu respiración. No fuerces la respiración.

Cuando tu mente se distraiga, con amabilidad vuelve a poner tu foco de atención en la respiración. La mente se distrae, es normal. El hecho de darte cuenta de que te has distraído es un momento de mindfulness. Procura regresar una y otra vez a las sensaciones de la respiración. No importa las veces que tu mente se enrede en pensamientos, emociones. No te desanimes. A medida que practicas serás capaz de mantener tu mente más atenta a tu respiración, soltando las distracciones que surgen. Cuando termines, abre los ojos y observa con atención las imágenes que percibes del espacio en el que te encuentras, los sonidos, olores, sensaciones.

Es importante mantener una regularidad en la práctica, por eso te invito a comenzar practicando durante 5- 10 minutos, dos veces al día. A tu ritmo podrás ir aumentando el tiempo.

«TODO EL UNIVERSO SE RINDE ANTE LA MENTE EN CALMA»

Lao Tzu

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *