AGUA DE LLUVIA

En realidad la mente, como el agua de lluvia, es pura en su estado natural. Sin embargo, si arrojáramos tinta verde en el agua clara de lluvia, se volvería verde. Si agregáramos tinta amarilla, se volvería amarilla.

La mente reacciona del mismo modo. Cuando una impresión mental agradable cae en la mente, la mente está cómoda. Cuando la impresión mental es desagradable, la mente está incómoda. La mente se vuelve nublada, como el agua coloreada.

Photo by Inge Maria on Unsplash

Cuando el agua clara se pone en contacto con el amarillo, se vuelve amarilla. Cuando se contacta con el verde, se vuelve verde. Cambiará de color todo el tiempo. Realmente el agua que se volvió verde o amarilla es naturalmente limpia y clara. Este es también el estado natural de la mente: limpia, pura y no confusa. Se vuelve confusa solamente porque persigue las impresiones mentales. Se pierde en sus estados de ánimo.

Un árbol en un  bosque ( Ajanh Chach)

Vivimos en una época en la que es fácil verse arrastrad@ por los acontecimientos, queriendo retener aquello que nos es agradable y evitando lo que nos resulta desagradable. La práctica de la atención plena nos permite tomar conciencia de la naturaleza de las cosas tal y como son, de nuestros procesos mentales (pensamientos, emociones) de manera compasiva y libre de juicio.

 Lo importante es el cómo nos relacionamos con los momentos que vivimos, el diálogo interno de nuestra mente, cómo nos hablamos .Ten atención plena y deja que las cosas tomen su cauce natural sin dejarte llevar por los vaivenes del retener-evitar; entonces tu mente se quedará quieta en cualquier entorno y podrás ver con claridad al igual que puedes contemplar el fondo de un estanque cuando el agua está en calma.

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