Los seres humanos somos seres sociales, somos seres de encuentro. Esta característica nos acompaña desde hace 300.000 años , cuando nuestros antepasados Homo Sapiens comenzaron a convivir entre sus iguales, constituyendo comunidades cada vez más desarrolladas que nos ha permitido la supervivencia como especie.

Nuestro cerebro es un órgano social. La capacidad de vivir en grupos complejos fue clave para el desarrollo de nuestro cerebro . Así como cuando tenemos sed se activan mecanismos cerebrales que nos llevan a buscar líquidos, cuando nos sentimos solos, aislados socialmente, el cerebro también entra en modo de autoprotección.
«Estar conectado con otro vínculo humano es tan necesario como comer o beber».
Facundo Manes
Una de las claves de nuestro bienestar son las relaciones humanas y los vínculos con otras personas. Nuestro cerebro está programado para percibir, comprender y compartir lo que otra persona puede sentir ( empatía emocional) y pensar ( empatía cognitiva).
Fascinad@s por las posibilidades que nos traen las nuevas tecnologías, en la actual era digital en la que prima «estar conectad@» , vivimos cada vez más aislad@s y desconectad@s de vínculos humanos significativos. El aislamiento social se está convirtiendo en una epidemia con desfavorables consecuencias a nivel físico, mental y emocional.
La soledad es un factor de riesgo de muerte prematura tan importante como la obesidad , el tabaquismo o la contaminación medioambiental. Puedes ampliar información en esta investigación coordinada por Christian Hakulinen de la Universidad de Helsinki y publicada en BMJ: Social isolation and loneliness as risk factors for myocardial infarction, stroke and mortality: UK Biobank cohort study of 479 054 men and women.
Según las últimas cifras publicadas por el Instituto Nacional de Estadística en su «Encuesta Continua de Hogares » ,en España había 4.732.400 personas que viviendo solas en el año 2018. De esta cifra, 2.037.700 (un 43,1%) tenían 65 o más años. Y, de ellas, 1.465.600 (un 71,9%) eran mujeres.Comparando con los valores medios de 2017, el número de personas que viven solas se incrementó un 1,0% en 2018 (45.000 más).Por grupo de edad, los hogares unipersonales de personas de 65 y más años aumentaron un 3,9%, mientras que los formados por menores de 65 años disminuyeron un 1,2%. Alrededor del 60% de las personas mayores que viven solas reconocían y expresaban tener sentimientos de soledad y aislamiento.
El aislamiento social no es un tema baladí. Las personas con menos conexiones sociales presentan patrones de sueño discontinuos, alteraciones del sistema inmunitario, más inflamación y niveles más altos de las hormonas relacionadas con el estrés.
Como nos relata el neurocientífico Facundo Manes, tener una vida social activa no sólo incluye a las relaciones más profundas , sino que también forman parte de este «círculo social protector « los vínculos diarios, disfrutar del cara a cara, hablar con la gente que nos encontramos a diario en el trabajo, en la calle.
Además de establecer vínculos humanos, en su intervención dentro de los encuentros del proyecto «Aprendemos Juntos», Facundo Manes nos sugiere estos consejos para cuidar la salud del cerebro:
- Tener vínculo humanos ( Vida social activa).
- Optimismo.
- Ejercicio físico. «Más allá del impacto en el aparato cardiovacular, hay un efecto directo en el cerebro: genera nuevas conexiones cerebrales, mejora el ánimo, refuerza el pensamiento creativo».
- Mente activa. » Mantener el cerebro activo hasta el último día de la vida, aprendiendo cosas nuevas».
- Alimentación saludable.
- Manejar el estrés.
- Dormir bien .
Al hilo de las investigaciones actuales que se desarrollan en el campo de las neurociencias sobre la atención plena y sus efectos sobre nuestro bienestar, Facundo Manes nos habla de la importancia de desarrollar esta capacidad de prestar atención de manera intencional y disfrutar del presente . Sabemos que podemos entrenar esta manera de SER de nuestro cerebro que nos permite salir del modo «piloto automático » y del circuito de la ansiedad , facilitándonos una adecuada gestión del estrés en nuestro día a día.
» La realidad no la podemos cambiar pero si podemos revaluar la realidad , podemos ver cómo evaluar y trabajar cómo respondemos ante la realidad».
«Cada uno crea su realidad: la manera en que pensamos determinada manera que sentimos».
» Un cerebro atento es un cerebro más productivo y más feliz».
Facundo Manes